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12 de marzo de 2025

Entrevista MDZ Vino en damajuana: un envase que resiste de la mano del precio y la tradición

Por: Jorge Rubén García

Entrevista MDZ
Vino en damajuana: un envase que resiste de la mano del precio y la tradición

“Sáquenme un foto”, fue el especial pedido de un hombre de unos 70 años que llegó hasta el Carril Chimbas de Palmira a las inmediaciones de Crotta con dos envases de damajuana completamente vacíos y se retiraba del mismo con otros dos, pero ahora llenos de unos cinco litros de vino elaborado a solo metros de allí. Pero no fue el único. Esa postal que quedó registrada por MDZ Online es el fiel reflejo de una arista de la vitivinicultura argentina que sigue más vigente que nunca. 

Aunque más asociada a otras épocas, donde el consumo de vino llegaba a los 90 litros per cápita en el país, la damajuana, sobre todo la de Crotta, por su relación precio/calidad, la tradición o la nostalgia sigue teniendo su público fiel y desde San Martín elaboran 150.000 damajuanas mensuales que llegan a todo el país. 

Así como el hombre de la foto, el desfile de personas buscando sus damajuanas en Crotta es constante. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ

En tiempos donde en la industria mucho se habla de nichos, una especialista en este aspecto podemos decir que es la bodega sanmartiniana que tiene más de 90 años de historia y hoy es comandada por Carlos Cottra, tercera generación de la familia. Es que su marca no solo es sinónimo de algunos productos como la mencionada damajuana, también del Mistela o el Moscato. 

Pero además, se ha ido renovando rescatando algunos clásicos, como el vermut con una receta familiar que era del propio fundador de lo que hoy conocemos como Familia Crotta, o los vinos fraccionados en botellas de 750 ml que buscan posicionarse en los segmentos de media y alta gama. 

De estos temas y mucho más fue de lo que Carlos Crotta charló en su entrevista con MDZ Online. 

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-En 92 años de historia cuentan con varios hitos, pero quizás uno de los más relevantes es el haber creado la damajuana como la conocemos acá en Argentina, ¿cómo se dio eso?

-La historia se remonta a la década del ‘60 cuando en aquel momento se consumía muchísimo vino en botella de litro con tapa a rosca. Mi abuelo, para diferenciarse, quería sacar un envase distinto, más familiar. Empezó a investigar hasta que se reunió con un amigo de él que era dueño de la cristalería Moya, que estaba en Parque Patricios y ya no existe más, y le mostró un envase que había traído desde Uruguay. Era la damajuana, pero con un pico más grande. Ahí mi abuelo decidió hacerla con un pico más chico, para que sea menos costosa y así empezamos con la damajuana de cinco litros, pero también la de diez. Eso era porque antes la gente iba a comprar del campo a la ciudad una vez por mes o cada dos semanas. La de diez se llegó a vender mucho, pero después desapareció y ahora sigue la de cinco litros.

Junto con la gente de Bórbore de San Juan fuimos los primeros damajuaneros del país y terminó siendo un golazo porque, en la década del ‘90 más del 50% de la población consumía la damajuana. Mi abuelo dijo que es el envase de la familia. Me acuerdo de ir a picnics y un montón de gente la usaba y hoy también lo siguen haciendo. 

Mucha gente piensa que la damajuana desapareció, pero no es así. Desapareció de ciertos nichos, por ejemplo, los supermercados, porque el envase al ser retornable se complica, pero se sigue vendiendo en todo el país y no solo tinto y blanco de mesa como era antes, ahora hay varietales y otros productos en este envase.

La damajuana es una marca registrada del portfolio de Crotta. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ

-Si vamos a las cifras oficiales, es una realidad que el consumo de vino en general y de la damajuana en particular, pero también es real que sostiene su público. ¿A qué atribuyen esa fidelidad?

-Lo primero es la ecuación costo/beneficio. Hoy tenés damajuanas por un precio de $8.000/$9.000 al público por cinco litros. Aparte, el producto es excelente, no solo el nuestro, también el de otras bodegas que lo hacen. Y también sigue siendo el envase familiar. Vas a un asado o una reunión y siempre algún amigo cae con una damajuana. Ni hablar si te vas un fin de semana a algún lado. 

En algunas provincias es muy común mezclarlo con gaseosa, en otras hacen clericó y así. La familia del interior, de todo lo que no es Buenos Aires y Gran Buenos Aires, sigue consumiendo mucha damajuana. Permanente nos mandan anécdotas increíbles de consumidores con la damajuana, hace poco también un cantante muy conocido estaba en una carnicería y se mostró con la carne y una damajuana de Crotta. 

Es una alegría haber podido imponer un envase que sigue vigente. Desde hace treinta años que escucho que va a desaparecer, pero eso no pasa y la gente nos sigue eligiendo. Ya no se consumen tantos litros como antes, pero sigue habiendo un nicho y el cliente de la damajuana es muy fiel. Pasa como con otros vinos en botellas que son verdaderos íconos y la gente no cambia eso. Obviamente hay público para todos. 

Carlos Crotta es la tercera generación de la familia dueña de la bodega. Foto: Familia Crotta

-¿Qué producción tienen actualmente?

-En la época de oro llegamos a vender 500.000 damajuanas por mes, hoy estamos más o menos en 150.000 por mes. Pero la diferencia es que la calidad en aquel momento era blanco o tinto de mesa o un tinto seco también, y ahora tenemos varietales o tenemos una líena de vinos dulces para las heladerías, donde somos líderes para hacer el sambayón. 

Tenemos 250 distribuidores en todo el país que tienen mucha continuidad, no te va a comprar una vez y después va a desaparecer, sino que siempre están comprando. Es una alegría para nosotros seguir, como también lo hacen otras bodegas.

-Está el prejuicio de asociar la damajuana a un producto de baja calidad. ¿Cómo refutan esto?

-Se fue revirtiendo con el correr del tiempo. No solamente le pasó a la damajuana, también le pasó a los vinos espumosos. Con la damajuana también pasó que los enólogos empezaron a entender cómo hacer para que tenga mayor calidad, para que sean vinos más frutados, que no tengan un termoestabilizador que quemaba el aroma y creo que el gran secreto fue la innovación con los varietales. El consumidor se sorprendió al encontrar un malbec roble, un syrah o un cabernet en este envase. Esa fue la gran revolución, porque la gente lo probó y se dio cuenta de que está bueno. 

El vermut es la última incorporación a la familia de productos de Crotta. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ

-Ustedes también ofrecen una especie de versión premium de la damajuana, con un envase un poco más chico que no es muy diferente a la capacidad de una botella magnum…

-En esta mutación que hemos tenido a lo largo de los años, después de la década dorada de la damajuana, con nuestros enólogos, y también en conjunto con otras bodegas, hemos trabajado para ver cómo lo podemos perfeccionar, con la idea de tener un buen producto en el mercado que la gente lo vuelva a pedir. Hoy en los envases que tenemos hay excelentes productos, siempre buscando lo que pide el consumidor. Hace mucho no existía la opción del vino dulce, hoy tenemos tinto y blanco dulce. Tratamos de llevar todos esos vinos en damajuana para que la gente se vea beneficiada. 

La damajuana sigue siendo un envase muy noble y además es económico, porque es retornable, a diferencia de otros envases que se descartan, como la lata o el tetrabrik. Ojalá espero que en algún momento podamos tener una damajuana de vidrio descartable, porque en algún momento se intentó con la plástica, pero el mercado no la  aceptó. 

Crotta también apuesta por otros envases. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ

-Pasemos a otro de los iconos de Crotta, que es el Moscato, protagonista de una de las frases del rock nacional más recordadas como “Moscato, pizza y fainá”...

-Nosotros tenemos registrada esa frase hace más de 30 años. Con ese producto, en 1950 en las pizzerías no se consumía tanto moscato, sino más bien cerveza, pero hubo una crisis grande de calidad de ese producto y surgió la duda de con qué se reemplazaba. Decidieron reemplazarlo con moscato y el Moscato Crota de mi abuelo, junto con sus enólogos de ese momento, era un producto único, que sigue siendo único. 

Se convirtió en algo tan tradicional que las pizzerías de calle Corrientes en Buenos Aires o algunas pulperías en Córdoba lo siguen eligiendo. Pero no solo se usa para acompañar la pizza, también se usa para la repostería u otras cosas. Se ha convertido en un ícono. Es una historia que perdura y que ojalá siga por mucho tiempo más. 

Quiero imponerlo en Mendoza, pero me cuesta. El mendocino no está muy acostumbrado a la combinación de moscato y pizza, pero en algún momento llegará. Ojalá también algún momento podamos hacer tragos, porque es un producto muy noble para la coctelería y salen cosas muy ricas. 

La evolución del moscato de Crotta a lo largo de los años. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ

-Crotta es una de las bodegas más representativas de la zona Este. ¿Cómo ves la actualidad de la región?

-Creo que podría hablar de una vitivinicultura más en conjunto. En la zona todavía nos quedan hacer algunos temas de marketing con respecto al valor agregado de la zona Este. Nos falta tener más lugares de turismo, de recepción como el que tenemos nosotros o algunas otras bodegas, pero hay que tener más todavía. Me parece que lo que se hizo en otras zonas de Mendoza es espectacular y no digo de llegar a eso porque lo veo imposible porque ellos tiene al lado la montaña, pero si tenemos que la zona Este no solo es vino, tenemos aceituna, durazno, ciruela y se puede armar un proyecto turístico en que se pueda visitar todo eso. Además, tenemos cercanía con la Ciudad de Mendoza, porque estamos a 25 minutos. 

La zona Este es la zona de mayor producción de Sudamérica, tenemos que aprovechar ese valor agregado. Toda la región cosecha más que todo San Juan en su totalidad. Y se hace mucha calidad, lo digo porque muchas veces está el prejuicio sobre este punto. No voy a nombrar, pero te puedo asegurar que muchas bodegas del Este le venden a granel a bodegas de la primera zona.

Creo que estamos en un momento bisagra, sobre todo porque el consumidor necesita nuevos envases, nuevos productos o vinos con menos alcohol -creo que por ahí va a pasar mucho el secreto-. 

Siempre digo que los viñateros, nosotros también lo somos, son personas muy nobles en el sentido que si tienen una desgracia climática al otro día ya está trabajando. Eso es muy importante. 

Lo que más quiero es que con mis colegas del Este tengamos más valor agregado. Necesitamos marcas como Crotta que se animen. Lo importante es que sean de la zona, que se animen y no tratar de imitar a ninguna marca, tener tu propia personalidad. Ese es el secreto, porque si te ponés a imitar son todos los vinos iguales, pero hay nichos y el consumidor es muy inquieto. 

Los jóvenes tienen que ver con las nuevas tendencias y se que también se están empezando a hacer sunsets en la zona Este, cuando normalmente se hacían en otras zonas. Eso permite que más gente pruebe los vinos de la región y muchas veces se sorprenden por la calidad. Hay excelentes vinos y enólogos

El Mistela, otro de los íconos de Familia Crotta. Rodrigo D'Angelo / MDZ

-Decías que es importante que cada bodega tenga su personalidad. ¿Cuál es la personalidad de Crotta?

-La bodega cumplió hace unas semanas 92 años. Desde que mi abuelo empezó fraccionando vino en Buenos Aires desde 1933, obviamente el consumo cambió. Creo que lo más importante es que sabemos escuchar no solo al consumidor, sino también a los distribuidores, las tendencias… Nos podremos haber equivocado con algunas cosas, pero nuestro gran secreto es que el paladar es siempre el mismo. Si compras una damajuana de Crotta va a ser la misma hoy, mañana y pasado mañana. No pasa como con algunas botellas que a veces tienen un corte muy bueno y otro no tanto. Y eso la gente lo valora mucho. 

También creo que tenemos que romper todos los bodegueros con el mito de que con las carnes va un vino tinto o que con pescado el blanco. La gente tiene que poder tomar el vino como prefiera, no tiene que autolimitarse, lo mismo si no le encuentra un aroma o esas cosas. Siempre digo que el mejor vino es el que te gusta a vos.  FUENTE: Gracias a

Sol Deviamartes, 11 de marzo de 2025 

Nosotros hacemos de manera permanente degustaciones de la competencia y otros vinos para ver las tendencias que hay y siempre buscando hacer calidad, que es lo más importante y por lo que te termina comprando el consumidor. FUENTE: Gracias a MDZ y 

Sol Devia

Sol Deviamartes, 11 de marzo de 2025 

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