DE NUESTRA REDACCION
7 de abril de 2020
La historia de una nota en el FACEBOOK de Oscar Zabala (chino) recordando a OSVALDO M. SOSA


El Mariscal Osvaldo Sosa. Una sobrina de Osvaldo (Elii Gsc) me envió unas fotos del gran defensor albirrojo y le pedí a Carlos Dante Bet, por quien siento un profundo respeto intelectual y moral, además de un gran afecto (es papá de Marta, quien trabajó en Producción del Noticiero de canal 9 un tiempo y de quien soy muy amigo) que al ser unos añitos mayor que yo que escribiera unas líneas sobre el Mariscal Osvaldo Sosa, cosa que agradezco.
Disfruten del texto de Carlos Dante Bet y las fotos que me mandó una de sus sobrinas.
OSVALDO MARCELO SOSA.
Un jugador con una trayectoria INMENSA en el fútbol del Atletico Club San Martín. Para ubicarnos en las épocas, el Club San Martín había ya transitado una etapa institucional y de obras muy importante durante las gestiones del Maestro Menéndez, de Magistretti, de Enrique y Heytel Stoisa, que culminó con el traslado de estadio al lugar donde hoy está emplazado, Lavalle y Ruta Nacional 7. Pero todo eso logrado con brillantes gestiones y muchos esfuerzos, no cristalizó en éxitos futbolísticos, salvo las dos finales por el Campeonato de la Liga Mendocina, que se perdieron con Andes Talleres y Boca Juniors de Bermejo. Llegaron entonces nuevos dirigentes y entre ellos Don Esteban Costantini, Mario Rubio, Pucchiarelli, Zancan, Balliro, Cenci, Pirri, Prisco, Kemelmajer, etc... y con la infraestructura ya lograda, se comenzó a priorizar lo futbolístico. Así llegaron al club Don Bruno Rodolfi como DT, Ruben Ángel Ambroggi (que suplanto al ex seleccionado paraguayo Esteban Araujo), Tito Scherli (marcador central de excepción), los sanjuaninos Ernesto Sarmiento, Ale y Jofre, junto a Suero, que ya estaba, fueron también extraordinarios. Los tucumano Juan Peralta y Fabián González. Todas estas figuras, se amalgamaron a los muchachos que venían del propio semillero, Micheloni, Coco Morán, Coli Calderón, Salvador Noguera, Ricardito Alvarez, Roberto Molina, Perez Suares, Rulo Svenic, el Maestro Esposito, Óscar Cenci, Victorino Puebla, Cagnolo, Piola, Reggi, Pepito Tebez, Eduardito Mariyack, Pocho Barroso Chupete Marquez, Teodoro Fernández etc.... Esa base, a la cual seguro se me olvidan varios, sólo requeriría en los años que siguieron, retoques.
Ahí ocurre el acierto de los dirigentes con la incorporación de un jóven marcador de punta derecha del Club Leonardo Murialdo, OSVALDO MARCELO SOSA. Es oportuno recalcar que era inminente el retiro de Coco Morán, que ocupaba ese puesto en San Martín. La operación de fichaje de Sosa, fue sumamente gravosa y difícil para los dirigentes,(record para el fútbol local por mucho tiempo y a valores constantes, hasta hoy) pero a fuerza de las arcas del club y dirigentes, de colaboraciones de socios y de una cantidad importante de vino que se juntó, Osvaldo llegó a San Martín e integró la recordada línea media integrada por Sosa, Ale y Calderón, y con alternancias de Perez Suarez.
Pero cómo pasa Osvaldo de marcador lateral derecho a marcador Central??. Fue en vísperas de un trascendente partido, que se lesiona Tito Scherli, su suplente estaba suspendido y Don Bruno Rodolfi, lo conversa con Osvaldo, para ser el relevo. Éste se niega rotundamente, pero Don Bruno le explica por qué creía que él era el jugador apropiado. Necesitaba en ese puesto, un jugador con buen pie y capaz de salir jugando. Así debutó como marcador Central, puesto que no dejó hasta su retiro.
Fueron muchos años, muchos logros de él y del equipo. Torneos de la Liga Mendocina, Torneos Regionales, Torneos Nacionales. La revista El Gráfico lo distinguió a OSVALDO MARCELO SOSA, como el mejor Marcador Central del año, quedando segundo, detrás de él, nada menos que el recordado internacional ROBERTO PERFUMO.
Pero no sólo influyó en los éxitos Albirrojos con su extraordinaria solvencia en el juego, sino que por su calidad personal también fue líder.
Prueba de ello, es que junto con su amigo Ruben Ángel Ambroggi, fueron referentes de todos los equipos que integraron, por el respeto y cariño que infundieron siempre en los cuerpos técnicos, sus compañeros, dirigentes y simpatizantes.
(Carlos Dante Bet)


