Jueves 7 de Diciembre de 2023

DIARIO DEPORTIVO OLÉ

17 de marzo de 2021

Mitos y leyendas de El Equipo de Primera

Crónica del primer show televisivo en el que los futbolistas tuvieron su voz: cuando Niembro se infartó al aire, las patadas de Ruggeri a Sanfilippo en pleno estudio, las locuras del Diego y más...

-Ruggeri es culpable de lo que le pasó a San Lorenzo, porque abandonó el equipo a pocas horas de un torneo internacional. Dejó un equipo que golpea...

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-¿Ustedes necesitan levantar el rating y traer a esta piedra? Le queda poco tiempo de vida a este programa. Porque es una piedra. Te liquida, te tumba el programa...

Febrero de 2001. Son tiempos de "show". Realities show y talk show: en Telefé, está Gran Hermano; en América, El Bar con Andy Kusnetzoff; y en Azul TV (Canal 9), el reality Popstars; a la tarde, los talk show: Entre Moria y Vos (con Moria Casán, claro) y Hablemos con Lía (Lía Salgado). La discusión al límite, las peleas bizarras. El fútbol también tiene su propio show: la nueva temporada de El Equipo de Primera (era el segundo envío de ese año), por América, arranca a pura pirotecnia: Sanfilippo vs. Ruggeri. Escándalo garantizado.

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Maradona contra Sanfilippo

Esa noche, esa mesa redonda la comparten Ruggeri y Sanfilippo, Niembro, Elio Rossi, Cardetti, el Chanchi Estévez, Astrada, Veira, Córdoba, Serna y el Diego (sí, como para decir, poné los fideos que estamos todos).

Esa es la misma noche en la que el Diego intercede ante Sanfilippo (le había dicho a Héctor Veira “te tengo lástima”). Ahí, levantando la mano para pedir la palabra como en el cole, Diego lanza su célebre: “Lástima creo que no se le tiene a nadie, maestro. Si vos le tenés bronca y lo querés pelear, pelealo, pero lástima a nadie”.

[Diego en una de sus tantas visitas al programa. "En el túnel que había en el estudio motivaba a todos", cuenta Benedetto.]

Diego en una de sus tantas visitas al programa. "En el túnel que había en el estudio motivaba a todos", cuenta Benedetto.

“Imposible olvidar aquel programa -dice hoy Elio Rossi-. Por lo de Maradona, pero también por el cruce Ruggeri-Sanfilippo. Fue muy tenso. No recuerdo si antes o después del programa, Ruggeri hasta le tiró patadas a Sanfilippo en el estudio, algo demencial. Ahí las peleas no se preparaban, estaban en carne viva y le daban un nivel de credibilidad al conflicto. No había que inventar como en los realities”.

El Equipo de Primera tuvo su primera tímida emisión el 3 de marzo de 1996 por ATC. Arrancó con la conducción de Elio Rossi y de Julio Lagos (venía de hacer algo un tantito menos volátil: El Show Creativo, con Juan Gujis). Luego, apareció Fernando Niembro. Y el programa pasó a las pantallas de Telefé y de América, siempre con altos índices de audiencia.

"Hoy los programas son una reproducción de aquel", explica Niembro.

“Yo fui productor del programa cuando estaba en ATC -cuenta Niembro-. Hasta que un día Juan Cruz Ávila (productor general) me dice: ‘Esto tiene que ser conducido por vos’. Los programas deportivos de la semana habían sido casi siempre un fracaso, pero a Juan Cruz se le ocurrió hacerlo con público, incorporando figuras de mucho relieve. Y fue un éxito total. Duró seis o siete años, con el éxito más grande en Telefé. Rompíamos todos los ratings, le ganábamos a lo que nos pusieran enfrente”.

[Enzo, otras de las figuras que pasaron por aquella mesa redonda del programa.]

Enzo, otras de las figuras que pasaron por aquella mesa redonda del programa.

“Fue la primera vez que se hizo algo así, con la presencia de figuras de primerísima línea -explica Elio Rossi-. Juan Cruz Ávila quería hacer una especie de Intrusos del fútbol, pero fracasó inmediatamente, porque se dio cuenta de que los futbolistas no estaban dispuestos a hacer eso. Querían algo corporativo, por más que a veces defendieran cosas indefendibles".

"Los panelistas fueron los primeros futbolistas que empezaron a cobrar en la TV", cuenta Héctor Gallo.

“Más de una vez quise dejar el programa -revela Niembro-. Los lunes, después de hacerlo, salía a comer con un amigo y siempre le decía: ‘No vuelvo más’. Porque me hacía mucha mala sangre, discutía mucho. Confrontaba mucho con los jugadores. Para la gente que estaba en el estudio, los jugadores eran intocables, y yo les llevaba la contra, era todo un problema. Había gritos y tenía que pararlos, me provocaba contrariedad. Hasta que mi amigo me dijo: ‘Tomátelo como si vos fueras nada más el que da el juego y que discutan entre ellos’. Adapté esa filosofía y la pasé muy bien. Salvo una vez en la que casi lo mando a la puta que lo parió a Mac Allister. Me tuve que contener, porque o lo puteaba o le pegaba una trompada. Es un tipo muy inteligente, pero defendía posturas muy corporativas. Igual, a partir de ahí bajé el tono y me divertí mucho. Hasta que un día tuve un infarto al aire...”.

[Ruggeri, Bilardo, Niembro, Pizzi y Veira.]

Ruggeri, Bilardo, Niembro, Pizzi y Veira.

Desde aquellos silencios del Mago Capria o el Turu Flores hasta los chistes de Ruggeri en el pase con Tinelli en VideoMatch, por aquella célebre mesa redonda y noventosa pasaron, como elenco estable o invitados, figuras de la talla de Maradona, claro, Bilardo, Chilavert, Francescoli, Burruchaga, Caniggia, Passarella, el Tolo Gallego, Diego Latorre...

[Le dijo "gordi" a Hazard y lo sacaron del programa]
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“Fue algo innovador. El debate de periodistas había cansado, por eso la disputa entre jugadores -recuerda Héctor Gallo, que era uno de los productores-. Pero resultaba desgastante. En una pretemporada de invierno de Independiente, en Mar del Plata, salimos de Ezeiza a las 17 a buscar a Burruchaga, que hizo el programa y al día siguiente volvió a la pretemporada. Fijate la importancia que tenía el programa para semejante despliegue”.

"Fue un alivio cuando no lo hice más", cuenta el Ruso Ramenzoni.

Una nota de El Gráfico de abril de 1998 revela que los jugadores cobraban diez mil dólares mensuales por su presentación (época del uno a uno). “El tema -advierte Héctor Gallo- es que se cometió un error: además de los panelistas, que fueron los primeros jugadores que empezaron a cobrar en TV, después se les empezó a pagar a los que iban de invitados. Y ahí se complicó todo. Diego era pago en programas especiales, pero a veces miraba el programa y se venía. Aquel día de Sanfilippo con Ruggeri no llegaba. Había ido a ver a la Negra Sosa a un recital. Lo llamábamos y me contestaba: 'Ya está fiera, ya llego'. Cayó para la última media hora. Se metió en contramano por la calle del canal, hizo un quilombo bárbaro. Quedó para la historia ese programa”.

[El Ruso Ramenzoni era uno de los productores de aquel programa. "Lo sufrí mucho", cuenta hoy.]

El Ruso Ramenzoni era uno de los productores de aquel programa. "Lo sufrí mucho", cuenta hoy.

“Los que poníamos la cara para invitar a los protagonistas éramos Gallito, Benedetto y yo -cuenta el Ruso Ramenzoni-. El 90% te decía que no, que no quería ir, que era para quilombo. Y entonces cada vez se hacía más complicado. Yo lo sufrí al programa, ¿qué querés que te diga? Fue un momento traumático en la profesión. A cada minuto se miraba el rating. Fue mucha presión, no era donde yo me sentía cómodo, pero era laburo. La verdad que fue un alivio cuando no lo hice más”.

"Las peleas no se preparaban, no había que inventar como en los realities", dice Elio Rossi.

A mediados de 1997 estalla un conflicto entre Deportivo Español, presidido por Ríos Seoane, y seis jugadores (Marcelo Pontiroli, Gustavo Campagnuolo, Eduardo Fuentes, Sergio Castillo, Pablo Guede y Mauro Potenzoni). Esto deriva en algo impensado: un paro general de futbolistas. Y el Equipo de Primera es uno de los espacios en el que esta medida toma impulso.

[El programa arrancó tímidamente en ATC. Luego pasó a Telefé y América.]

El programa arrancó tímidamente en ATC. Luego pasó a Telefé y América.

En medio de semejante lío, Ríos Seoane va de invitado al programa. El presidente de Español carga con todo contra los jugadores y llega a decir que había encubierto un doping de Potenzoni, uno de los futbolistas en conflicto. Diego, por teléfono, sale al aire: “Quiero decirle a Ríos Seoane que no puede tratar de drogadictos a los jugadores. Seoane responde: “Maradona no está en condiciones de debatir sobre doping. Y Diego retruca: “Y vos, con esa cara, no podés estar en televisión”.

“A mí me encomendaban siempre a ir a buscar a Diego, he ido a la casa a comer los dos solos -cuenta Marcelo Benedetto, otro de los productores-. Te hacía esperar para confirmarte que salía al aire. Te decía que sí, pero te hacía esperar hasta el final. Más allá de esto, sin ser panelista, Diego iba siempre. En el estudio estaba el túnel como una salida de vestuario, y motivaba a todos. Diego lo disfrutaba. Recuerdo estar con él en la Posada del Qenti, en donde hizo un retiro, y desde ahí seguía discutiendo con Ríos Seoane. Se había puesto a la cabeza de aquel reclamo. Salía al aire para defender a los jugadores de Español”.

“Ese día de Ríos Seoane fue un quilombo bárbaro -recuerda Héctor Gallo-. El tipo llevó recibos diciendo que les había pagado a los jugadores, pero era todo mentira. Un tránsfuga de aquellos. Lo sacamos por una puerta trasera porque entre los jugadores y la gente lo querían matar, se lo tuvo que llevar un seguridad que él había llevado al canal. Todo en vivo”.

"Los jugadores de antes no nos callábamos nada, sería difícil hacer ese programa hoy", dice el Colo Mac Allister.

Por aquellos años, en el programa hubo otro fuerte cruce: Ruggeri vs. el ex árbitro Guillermo Marconi. "Sos el responsable del paro en el fútbol. Vas a llevar al caos a tus propios compañeros. Irresponsable", se despachó Marconi contra Ruggeri, quien arremetió: "Y vos sos un carnero que cuando los árbitros estaban parando dirigiste. ¡Carnero!".

Erviti y toda su calentura

“Ese era un programa picante, donde los jugadores no teníamos tantas limitaciones como los de ahora para hablar -explica el Colo Mac Allister, uno de los futbolistas que formaron parte de aquella mesa-. Podíamos decir lo que quisiéramos. Era un grupo de mucha personalidad y el público se sentía identificado. Era todo genuino. Y el país hablaba del programa, hacía 14 puntos de rating. Nosotros no nos callábamos. Sería muy difícil hacerlo hoy, los jugadores no dirían todo lo que decíamos nosotros. Es que antes era distinto, si algo no nos gustaba, se paraba el fútbol. Ahora estuvieron ocho meses parados y nadie dijo nada”.

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“Está claro que hoy sería imposible hacerlo -sostiene Elio Rossi-. Figuras como Riquelme no hablan con alguien que no le tire centros, lo mismo pasa con Gallardo”.

“El nivel de los de aquel tiempo no existe hoy para hacer un programa así -dice Niembro-. Pero los programas que se hacen hoy son una reproducción de aquel”.
​ -¿Y lo del infarto?
-Fue después del Mundial 98. Veníamos de meter el programa a última hora post Tinelli, hacíamos el pase famoso. Teníamos más rating nosotros que el final de Tinelli. Entonces, cuando volvimos del Mundial en el que trabajamos mucho, Juan Cruz me dice en París que no había vacaciones. Yo estaba agotado. Esa noche en el programa, siento un dolor en el pecho. Mi viejo, que tuvo un problema similar, me había dicho que si me dolía el pecho y después la espalda era un infarto. Miro hacia mis costados y tenía a Úbeda y Latorre, y pensé: “Yo a estos dos no les dejo el programa ni en pedo”. Y seguí. No me pongas como un héroe, eh, soy un inconsciente. Después del programa, tuvieron que ponerme dos stents.

-Ruggeri es culpable de lo que le pasó a San Lorenzo, porque abandonó el equipo a pocas horas de un torneo internacional. Dejó un equipo que golpea...

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-¿Ustedes necesitan levantar el rating y traer a esta piedra? Le queda poco tiempo de vida a este programa. Porque es una piedra. Te liquida, te tumba el programa...

Febrero de 2001. Son tiempos de "show". Realities show y talk show: en Telefé, está Gran Hermano; en América, El Bar con Andy Kusnetzoff; y en Azul TV (Canal 9), el reality Popstars; a la tarde, los talk show: Entre Moria y Vos (con Moria Casán, claro) y Hablemos con Lía (Lía Salgado). La discusión al límite, las peleas bizarras. El fútbol también tiene su propio show: la nueva temporada de El Equipo de Primera (era el segundo envío de ese año), por América, arranca a pura pirotecnia: Sanfilippo vs. Ruggeri. Escándalo garantizado.

                                        Ver más         Play Video Maradona contra Sanfilippo  

Esa noche, esa mesa redonda la comparten Ruggeri y Sanfilippo, Niembro, Elio Rossi, Cardetti, el Chanchi Estévez, Astrada, Veira, Córdoba, Serna y el Diego (sí, como para decir, poné los fideos que estamos todos).

Esa es la misma noche en la que el Diego intercede ante Sanfilippo (le había dicho a Héctor Veira “te tengo lástima”). Ahí, levantando la mano para pedir la palabra como en el cole, Diego lanza su célebre: “Lástima creo que no se le tiene a nadie, maestro. Si vos le tenés bronca y lo querés pelear, pelealo, pero lástima a nadie”.

 

Diego en una de sus tantas visitas al programa. "En el túnel que había en el estudio motivaba a todos", cuenta Benedetto.

“Imposible olvidar aquel programa -dice hoy Elio Rossi-. Por lo de Maradona, pero también por el cruce Ruggeri-Sanfilippo. Fue muy tenso. No recuerdo si antes o después del programa, Ruggeri hasta le tiró patadas a Sanfilippo en el estudio, algo demencial. Ahí las peleas no se preparaban, estaban en carne viva y le daban un nivel de credibilidad al conflicto. No había que inventar como en los realities”.

El Equipo de Primera tuvo su primera tímida emisión el 3 de marzo de 1996 por ATC. Arrancó con la conducción de Elio Rossi y de Julio Lagos (venía de hacer algo un tantito menos volátil: El Show Creativo, con Juan Gujis). Luego, apareció Fernando Niembro. Y el programa pasó a las pantallas de Telefé y de América, siempre con altos índices de audiencia.

 

"Hoy los programas son una reproducción de aquel", explica Niembro.

“Yo fui productor del programa cuando estaba en ATC -cuenta Niembro-. Hasta que un día Juan Cruz Ávila (productor general) me dice: ‘Esto tiene que ser conducido por vos’. Los programas deportivos de la semana habían sido casi siempre un fracaso, pero a Juan Cruz se le ocurrió hacerlo con público, incorporando figuras de mucho relieve. Y fue un éxito total. Duró seis o siete años, con el éxito más grande en Telefé. Rompíamos todos los ratings, le ganábamos a lo que nos pusieran enfrente”.

Enzo, otras de las figuras que pasaron por aquella mesa redonda del programa.

Enzo, otras de las figuras que pasaron por aquella mesa redonda del programa.

“Fue la primera vez que se hizo algo así, con la presencia de figuras de primerísima línea -explica Elio Rossi-. Juan Cruz Ávila quería hacer una especie de Intrusos del fútbol, pero fracasó inmediatamente, porque se dio cuenta de que los futbolistas no estaban dispuestos a hacer eso. Querían algo corporativo, por más que a veces defendieran cosas indefendibles".

"Los panelistas fueron los primeros futbolistas que empezaron a cobrar en la TV", cuenta Héctor Gallo.

“Más de una vez quise dejar el programa -revela Niembro-. Los lunes, después de hacerlo, salía a comer con un amigo y siempre le decía: ‘No vuelvo más’. Porque me hacía mucha mala sangre, discutía mucho. Confrontaba mucho con los jugadores. Para la gente que estaba en el estudio, los jugadores eran intocables, y yo les llevaba la contra, era todo un problema. Había gritos y tenía que pararlos, me provocaba contrariedad. Hasta que mi amigo me dijo: ‘Tomátelo como si vos fueras nada más el que da el juego y que discutan entre ellos’. Adapté esa filosofía y la pasé muy bien. Salvo una vez en la que casi lo mando a la puta que lo parió a Mac Allister. Me tuve que contener, porque o lo puteaba o le pegaba una trompada. Es un tipo muy inteligente, pero defendía posturas muy corporativas. Igual, a partir de ahí bajé el tono y me divertí mucho. Hasta que un día tuve un infarto al aire...”.

Ruggeri, Bilardo, Niembro, Pizzi y Veira.

Ruggeri, Bilardo, Niembro, Pizzi y Veira.

Desde aquellos silencios del Mago Capria o el Turu Flores hasta los chistes de Ruggeri en el pase con Tinelli en VideoMatch, por aquella célebre mesa redonda y noventosa pasaron, como elenco estable o invitados, figuras de la talla de Maradona, claro, Bilardo, Chilavert, Francescoli, Burruchaga, Caniggia, Passarella, el Tolo Gallego, Diego Latorre...

 

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Le dijo “gordi” a Hazard y lo sacaron del programa

“Fue algo innovador. El debate de periodistas había cansado, por eso la disputa entre jugadores -recuerda Héctor Gallo, que era uno de los productores-. Pero resultaba desgastante. En una pretemporada de invierno de Independiente, en Mar del Plata, salimos de Ezeiza a las 17 a buscar a Burruchaga, que hizo el programa y al día siguiente volvió a la pretemporada. Fijate la importancia que tenía el programa para semejante despliegue”.

"Fue un alivio cuando no lo hice más", cuenta el Ruso Ramenzoni.

Una nota de El Gráfico de abril de 1998 revela que los jugadores cobraban diez mil dólares mensuales por su presentación (época del uno a uno). “El tema -advierte Héctor Gallo- es que se cometió un error: además de los panelistas, que fueron los primeros jugadores que empezaron a cobrar en TV, después se les empezó a pagar a los que iban de invitados. Y ahí se complicó todo. Diego era pago en programas especiales, pero a veces miraba el programa y se venía. Aquel día de Sanfilippo con Ruggeri no llegaba. Había ido a ver a la Negra Sosa a un recital. Lo llamábamos y me contestaba: 'Ya está fiera, ya llego'. Cayó para la última media hora. Se metió en contramano por la calle del canal, hizo un quilombo bárbaro. Quedó para la historia ese programa”.

 

El Ruso Ramenzoni era uno de los productores de aquel programa. "Lo sufrí mucho", cuenta hoy.

“Los que poníamos la cara para invitar a los protagonistas éramos Gallito, Benedetto y yo -cuenta el Ruso Ramenzoni-. El 90% te decía que no, que no quería ir, que era para quilombo. Y entonces cada vez se hacía más complicado. Yo lo sufrí al programa, ¿qué querés que te diga? Fue un momento traumático en la profesión. A cada minuto se miraba el rating. Fue mucha presión, no era donde yo me sentía cómodo, pero era laburo. La verdad que fue un alivio cuando no lo hice más”.

"Las peleas no se preparaban, no había que inventar como en los realities", dice Elio Rossi.

A mediados de 1997 estalla un conflicto entre Deportivo Español, presidido por Ríos Seoane, y seis jugadores (Marcelo Pontiroli, Gustavo Campagnuolo, Eduardo Fuentes, Sergio Castillo, Pablo Guede y Mauro Potenzoni). Esto deriva en algo impensado: un paro general de futbolistas. Y el Equipo de Primera es uno de los espacios en el que esta medida toma impulso.

El programa arrancó tímidamente en ATC. Luego pasó a Telefé y América.

El programa arrancó tímidamente en ATC. Luego pasó a Telefé y América.

En medio de semejante lío, Ríos Seoane va de invitado al programa. El presidente de Español carga con todo contra los jugadores y llega a decir que había encubierto un doping de Potenzoni, uno de los futbolistas en conflicto. Diego, por teléfono, sale al aire: “Quiero decirle a Ríos Seoane que no puede tratar de drogadictos a los jugadores. Seoane responde: “Maradona no está en condiciones de debatir sobre doping. Y Diego retruca: “Y vos, con esa cara, no podés estar en televisión”.

“A mí me encomendaban siempre a ir a buscar a Diego, he ido a la casa a comer los dos solos -cuenta Marcelo Benedetto, otro de los productores-. Te hacía esperar para confirmarte que salía al aire. Te decía que sí, pero te hacía esperar hasta el final. Más allá de esto, sin ser panelista, Diego iba siempre. En el estudio estaba el túnel como una salida de vestuario, y motivaba a todos. Diego lo disfrutaba. Recuerdo estar con él en la Posada del Qenti, en donde hizo un retiro, y desde ahí seguía discutiendo con Ríos Seoane. Se había puesto a la cabeza de aquel reclamo. Salía al aire para defender a los jugadores de Español”.

“Ese día de Ríos Seoane fue un quilombo bárbaro -recuerda Héctor Gallo-. El tipo llevó recibos diciendo que les había pagado a los jugadores, pero era todo mentira. Un tránsfuga de aquellos. Lo sacamos por una puerta trasera porque entre los jugadores y la gente lo querían matar, se lo tuvo que llevar un seguridad que él había llevado al canal. Todo en vivo”.

"Los jugadores de antes no nos callábamos nada, sería difícil hacer ese programa hoy", dice el Colo Mac Allister.

Por aquellos años, en el programa hubo otro fuerte cruce: Ruggeri vs. el ex árbitro Guillermo Marconi. "Sos el responsable del paro en el fútbol. Vas a llevar al caos a tus propios compañeros. Irresponsable", se despachó Marconi contra Ruggeri, quien arremetió: "Y vos sos un carnero que cuando los árbitros estaban parando dirigiste. ¡Carnero!".

      Erviti y toda su calentura  

“Ese era un programa picante, donde los jugadores no teníamos tantas limitaciones como los de ahora para hablar -explica el Colo Mac Allister, uno de los futbolistas que formaron parte de aquella mesa-. Podíamos decir lo que quisiéramos. Era un grupo de mucha personalidad y el público se sentía identificado. Era todo genuino. Y el país hablaba del programa, hacía 14 puntos de rating. Nosotros no nos callábamos. Sería muy difícil hacerlo hoy, los jugadores no dirían todo lo que decíamos nosotros. Es que antes era distinto, si algo no nos gustaba, se paraba el fútbol. Ahora estuvieron ocho meses parados y nadie dijo nada”.

 

Mirá también

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“Está claro que hoy sería imposible hacerlo -sostiene Elio Rossi-. Figuras como Riquelme no hablan con alguien que no le tire centros, lo mismo pasa con Gallardo”.

“El nivel de los de aquel tiempo no existe hoy para hacer un programa así -dice Niembro-. Pero los programas que se hacen hoy son una reproducción de aquel”.
​ -¿Y lo del infarto?
-Fue después del Mundial 98. Veníamos de meter el programa a última hora post Tinelli, hacíamos el pase famoso. Teníamos más rating nosotros que el final de Tinelli. Entonces, cuando volvimos del Mundial en el que trabajamos mucho, Juan Cruz me dice en París que no había vacaciones. Yo estaba agotado. Esa noche en el programa, siento un dolor en el pecho. Mi viejo, que tuvo un problema similar, me había dicho que si me dolía el pecho y después la espalda era un infarto. Miro hacia mis costados y tenía a Úbeda y Latorre, y pensé: “Yo a estos dos no les dejo el programa ni en pedo”. Y seguí. No me pongas como un héroe, eh, soy un inconsciente. Después del programa, tuvieron que ponerme dos stents.



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